Fabián Hormazábal y su “momento Ronaldinho” en la cancha del Nacional
En una noche mágica en el Estadio Nacional, Fabián Hormazábal recordó a los hinchas de Universidad de Chile que el fútbol también puede ser arte. Durante el triunfo 4-0 ante Guaraní por la Copa Sudamericana, el defensor azul desplegó una exhibición de técnica y elegancia que evocó los mejores momentos del fútbol champagne chileno.
El momento Ronaldinho
A los 32 minutos del encuentro, Hormazábal protagonizó una jugada que quedará en la memoria colectiva. Apareciendo por el vértice del área, el lateral derecho primero dejó en el camino a Alexandro Maidana con un enganche perfecto. Pero lo mejor estaba por venir: en una demostración de creatividad pura, cruzó las piernas simulando una rabona que nunca ejecutó, dejando completamente descolocado a Luis Martínez antes de abrir hacia la banda.
El lujito fue tan inesperado como efectivo, generando una jugada de peligro que estuvo a punto de terminar en gol tras el centro de Maximiliano Guerrero, pero el remate de Rodrigo Contreras se estrelló en el poste.
De la magia al gol
Si el primer tiempo fue de creatividad, el segundo fue de definición. En los 64 minutos, Hormazábal encontró un balón picando en la medialuna y, con la frialdad de un delantero experimentado, definió con una voleada de borde externo al ángulo superior, sellando el 4-0 parcial con un golazo que coronó su actuación estelar.
Esta actuación de Hormazábal representa algo más que una buena performance individual. En un fútbol chileno donde los lujitos han escaseado desde los tiempos de Matías Fernández y Jorge Valdivia, el defensor azul demostró que la magia y la efectividad pueden coexistir perfectamente, regalando a los hinchas una noche donde el espectáculo fue tan importante como el resultado.
