Como todos los jueves, en nuestro querido espacio “Memorias Azules”, viajamos al pasado para revivir momentos inolvidables en la historia de Universidad de Chile. Esta vez, recordamos una de las contrataciones más impactantes que ha hecho el club, y que no solo remeció el medio local, sino que también sorprendió a todo el continente: la llegada de Walter Montillo en el mercado de invierno de 2019.
A mediados de ese año, cuando muchos esperaban refuerzos discretos, la U rompió el chanchito y logró traer de vuelta al ídolo argentino, que venía de destacar en Brasil y China. Con 35 años y una carrera consolidada, Montillo decidió volver a vestir la camiseta azul, ilusionando a toda la hinchada. Su fichaje se cerró con un contrato que bordeó el millón de dólares por temporada, una cifra altísima para el fútbol chileno en ese momento.
Montillo no llegaba como un desconocido. Había sido figura en la U entre 2008 y 2010, brillando bajo la dirección de Sergio Markarián y siendo protagonista en la recordada Copa Libertadores 2010, donde sus actuaciones lo catapultaron al Cruzeiro. Su retorno no fue solo emocional: llegaba para liderar un equipo que atravesaba una crisis deportiva y necesitaba referentes dentro del campo.
Y lo hizo. En su temporada 2020, Montillo fue uno de los jugadores más regulares y desequilibrantes del torneo. Con su calidad intacta, fue pieza clave para que la U evitara el descenso y recuperara algo de identidad futbolística. Jugó 29 partidos, anotó 4 goles y asistió en varias ocasiones, ganándose nuevamente el respeto de la hinchada y del medio.
Sin embargo, su segunda etapa terminó de forma abrupta. Pese a tener rendimiento y querer seguir, conflictos con la dirigencia y con el entonces entrenador Rafael Dudamel lo llevaron a anunciar su retiro del fútbol profesional al final de esa temporada. Su salida generó indignación en el entorno azul, que vio cómo se iba uno de los últimos ídolos del club.
Hoy, a casi cinco años de ese regreso, el nombre de Montillo sigue siendo sinónimo de talento, garra y compromiso con la camiseta azul. Su fichaje en el invierno de 2019 no solo fue el más ruidoso de ese mercado, sino también uno de los más recordados con cariño por los hinchas de Universidad de Chile.
