Gustavo Álvarez dijo adiós en el mando de la U! ¡Qué lástima!

Pero no, no se va del club aún. El técnico de Universidad de Chile soltó la frase que lo delata: dijo adiós a la chance de pelear por la punta en este momento de la temporada. Con la derrota por 1-0 frente a Coquimbo Unido, los azules dejaron escapar una oportunidad de oro de meterse arriba, y el propio entrenador reconoció que ya no están para pensar en la cima… al menos por ahora.
Con 22 puntos en 12 partidos, la U se estanca en la quinta posición. Quedó a siete de los líderes Coquimbo Unido y Audax Italiano, ambos con 29 unidades y aunque tiene un partido pendiente, las cuentas ya no cierran tan fácil. Las posibilidades de meterse en zona de Copa Libertadores se complican, y la ilusión del título sufre un frenazo.
El equipo laico venía golpeado tras la eliminación de Copa Chile a manos de Curicó Unido. Y ahora sumó otra bofetada. En el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, Manuel Fernández marcó el único gol del partido a los 49 minutos tras una pelota detenida, y con eso bastó. La U tuvo chances, pero otra vez falló en el finiquito.
Álvarez sincero: “Hay cosas que no estamos sabiendo administrar
“Estamos atravesando un momento con rendimientos bajos, lesiones, situaciones que no nos favorecen. Hay que saber administrar esto”, dijo a TNT Sports.
Y añadió: “Sin jugar bien, tuvimos cinco o seis opciones claras que no concretamos. El rival llegó poco. Pagamos muy caro nuestra falta de contundencia.”
“Estamos tranquilos. Esto es fútbol. Hay rachas. Con el plantel completo tuvimos una muy buena. No hay que volverse locos. Hay que poner la cabeza por sobre lo emocional”
Aunque el título parece más lejano, la temporada no está perdida. A la U le quedan 15 fechas por delante y sigue en zona de clasificación a la Copa Sudamericana. Sin embargo, si quiere seguir soñando con algo más, necesita levantar cabeza ya. Porque rivales como Cobresal, Católica o La Calera vienen pisando fuerte, y el margen se achica.
Por ahora, Álvarez no se baja del barco, pero sí bajó por sus propias palabras del tren de la pelea por la punta. El “adiós” que pronunció fue a la ilusión inmediata de escalar al primer lugar.