El impacto de Di Yorio, soñar con Alexis, y Edu fuera de los planes de la U
Universidad de Chile se encuentra en una posición compleja para el mercado de pases de mitad de temporada, ya que el presupuesto del club ya está a tope, según reveló el diario La Tercera. Esta situación genera incertidumbre sobre la capacidad del equipo para reforzarse adecuadamente de cara a los desafíos del segundo semestre de 2025.
El club azul tiene por delante una temporada exigente con competencias en tres frentes: la Liga de Primera División, la Copa Chile y el repechaje para acceder a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Esta carga de partidos hace evidente la necesidad de ampliar y fortalecer el plantel actual.
El impacto de Di Yorio
El gran esfuerzo económico lo realizó la Universidad de Chile con el fichaje de Lucas Di Yorio en 2025, quien llegó con un sueldo elevado desde Brasil. Esta inversión significativa habría consumido gran parte del presupuesto disponible, limitando las opciones para nuevas incorporaciones.
El sueño de Alexis Sánchez
A pesar de las restricciones financieras, el club mantiene la esperanza de convencer a Alexis Sánchez para su regreso. La dirigencia estaría dispuesta a hacer un esfuerzo económico extraordinario considerando el impacto mediático y deportivo que representaría la llegada del histórico delantero. Sin embargo, todo depende del interés real del jugador en vestir nuevamente la camiseta azul.
Eduardo Vargas fuera de los planes
En contraste con Sánchez, Eduardo Vargas tiene las puertas cerradas en el Centro Deportivo Azul. La decisión se basa en que el delantero “dejó tirados” al club a principios de año, generando molestia en la dirigencia que ahora apuesta por otras alternativas.
Con solo tres cupos disponibles para refuerzos y el presupuesto al límite, la Universidad de Chile deberá ser creativa en sus movimientos. Esto significa que probablemente no podrán acceder a nombres bombásticos del mercado y tendrán que buscar alternativas más económicas o jugadores que lleguen en condiciones especiales.
La situación obliga al club a priorizar sus necesidades y ser estratégico en cada movimiento, balanceando las aspiraciones deportivas con la realidad financiera actual.
