Conmebol advirtió sobre los riesgos de incidentes en Argentina y fue ignorada
Los violentos enfrentamientos entre hinchas de Independiente y Universidad de Chile durante el partido de Copa Sudamericana pudieron haberse evitado si se hubiera prestado atención a una advertencia previa de la CONMEBOL que fue sistemáticamente ignorada por los organizadores del evento.
Conmebol advirtió sobre los riesgos
Según se reveló en las últimas horas, la Confederación Sudamericana de Fútbol había emitido una advertencia específica sobre los riesgos de la distribución de espectadores en el Estadio Libertadores de América. El documento oficial señalaba claramente que la ubicación de la tribuna visitante en el sector sur alto, justo encima de otra tribuna destinada a la hinchada local, representaba un peligro inminente.
“Durante la reunión previa se planteó la conveniencia de que no hubiera público en la tribuna inferior. Sin embargo, se informó que esa localidad ya se encontraba vendida”, detalla el informe previo al encuentro, evidenciando que las consideraciones comerciales primaron por sobre la seguridad.
Medidas insuficientes ante una amenaza conocida
A pesar de identificar el problema, las medidas implementadas fueron claramente insuficientes. El documento de CONMEBOL establecía que “se dispuso que en la tribuna visitante se ubique personal de la Policía y seguridad privada, con el fin de evitar que los hinchas visitantes arrojen elementos o generen algún tipo de desorden contra el público local”.
Sin embargo, el operativo de seguridad, que incluía cientos de efectivos policiales, personal de tránsito, ambulancias y equipos de socorristas, no logró contener los incidentes. Paradójicamente, no se permitió que el personal de seguridad ingresara al estadio cuando la situación se tornó crítica.
Las consecuencias de la negligencia
Los eventos del miércoles por la noche quedaron como testimonio de una negligencia evitable. La proximidad entre las hinchadas rivales, advertida previamente por CONMEBOL, resultó ser exactamente el detonante que la confederación había previsto. Los incidentes no solo obligaron a la cancelación del partido, sino que dejaron múltiples heridos y dañaron gravemente la imagen del fútbol sudamericano.
Las imágenes de los disturbios recorrieron los medios internacionales, exponiendo ante el mundo las falencias en la implementación de protocolos de seguridad que estaban claramente establecidos pero fueron ignorados por quienes tenían la responsabilidad de garantizar un espectáculo seguro.
