Gustavo Álvarez: el campeón bajo presión en Universidad de Chile

Con ocho fechas restantes en el torneo, Gustavo Álvarez lidera uno de los proyectos más ambiciosos del fútbol chileno, pero también uno de los más cuestionados. El técnico argentino, nacido en Lomas de Zamora en 1972, llegó a Universidad de Chile tras conquistar el título 2023 con Huachipato, por el cual los azules pagaron 200 mil dólares a los acereros.
Gustavo Álvarez y su 2025 de contrastes
Su filosofía es clara y no negocia principios: control total del balón, presión tras pérdida y equilibrio constante. “No soportar que el rival tenga la pelota”, resume su estilo. Como ex lateral izquierdo que transitó por Arsenal, Temperley y Barracas Central, Álvarez se volcó tempranamente a la formación, destacándose en inferiores antes de consagrarse como DT con el ascenso de Aldosivi en la B Nacional argentina.
Sin embargo, 2025 ha sido un año de contrastes para el estratega. Su equipo lidera en posesión y llegadas, implementando un 4-3-3 ofensivo con presión alta y “ataque con cuchillo entre los dientes”, pero padece una preocupante falta de gol y errores defensivos puntuales que cuestan caro. La reciente derrota ante Cobresal lo dejó a seis puntos del líder Coquimbo Unido, dirigido por Esteban “Chino” González, quien mantiene invicto su feudo con apenas nueve goles recibidos.
Bajo presión en Universidad de Chile
La prensa y la hinchada azul le exigen mayor pragmatismo sin traicionar su idea de “dignificar el fútbol”. A diferencia de Lucas Bovaglio en Palestino, quien ha logrado estabilidad con recursos limitados, el argentino debe demostrar que su contrato extendido hasta 2026 no fue una apuesta ciega.
El tiempo corre y los resultados no acompañan el buen juego desplegado. Álvarez enfrenta su mayor desafío: traducir su filosofía en títulos concretos para una hinchada que ya no se conforma solo con espectáculo.