
El 17 de junio de 2000 quedó grabado en la memoria azul como la fecha en que Universidad de Chile demostró estar “desbocada”, arrollando a Colo Colo por 3-1 en un superclásico memorable que marcó un antes y un después en el torneo nacional.
Un Superclásico de junio del 2000 memorable
Universidad de Chile llegaba al Nacional con una racha extraordinaria de cuatro victorias consecutivas, y esa noche confirmó que atravesaba su mejor momento. Bajo la conducción técnica de César Vaccia, los azules desplegaron un fútbol de alto nivel que superó ampliamente a los albos dirigidos por Fernando Morena.
El dominio azul fue evidente desde el primer tiempo, cuando Diego Gabriel Rivarola abrió la cuenta y luego fue secundado por Pedro “Heidi” González. La superioridad se acentuó cuando Francisco Rojas vio la tarjeta roja a los 45 minutos por una fuerte falta a Luis Musrri, dejando a Colo Colo con diez jugadores para toda la segunda etapa.
La consagración de Rivarola
Diego Rivarola se convirtió en la gran figura del encuentro con una actuación magistral. El delantero no solo marcó el primer gol, sino que selló la victoria con un segundo a los 35 del segundo tiempo, completando un doblete que lo catapultó como héroe de la jornada.
El fin de una era
Este triunfo tuvo un significado especial porque quebró el invicto de Colo Colo en el campeonato, un golpe psicológico devastador para los albos que hasta entonces marchaban como líderes absolutos.
La victoria permitió a Universidad de Chile superar a su archirrival en la tabla de posiciones, consolidando una racha que los tenía verdaderamente “desbocados”. El Nacional fue testigo de una exhibición azul que combinó calidad futbolística, intensidad y efectividad, elementos que definieron una de las noches más gloriosas del fútbol universitario en el nuevo milenio.
