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El difícil periodo de 2006 en la Universidad de Chile

El 2006 fue un año crítico en la historia de la Universidad de Chile, marcado por los graves problemas financieros que afectaron a la Corporación de Fútbol de la Universidad de Chile (CORFUCH). La institución, que gestionaba al equipo, enfrentaba una deuda insostenible, lo que llevó finalmente a la quiebra. Esta situación trajo consigo una serie de complicaciones tanto en el ámbito administrativo como deportivo, dejando al club sumido en la incertidumbre y con pocas expectativas de éxito.

La quiebra de la CORFUCH significó una etapa de caos en la gestión del club. Sin una estructura sólida para manejar las finanzas y las operaciones, el equipo se vio afectado no solo en términos económicos, sino también en su rendimiento en la cancha. Jugadores y cuerpo técnico sufrieron las consecuencias, mientras que los hinchas vivían con la angustia de un futuro incierto para el “Romántico Viajero”. Parecía que los momentos de gloria quedaban cada vez más lejanos.

El cambio llegó en 2007, cuando la concesionaria Azul Azul tomó las riendas del club. El 25 de mayo de ese año, esta nueva administración asumió el desafío de devolverle estabilidad y grandeza a la Universidad de Chile. Aunque este traspaso de poder no garantizaba un éxito inmediato, sí marcaba un nuevo comienzo para la institución, que comenzaría a construir las bases de una nueva era. Azul Azul se comprometió a sanar las finanzas del equipo y a mejorar su rendimiento deportivo.

Tras varios años de transición y reorganización, los frutos comenzaron a verse en 2009. Bajo la dirección técnica del experimentado Sergio Markarián, la Universidad de Chile logró armar un plantel competitivo con jugadores destacados como Walter Montillo, Marco Estrada y Juan Manuel Olivera. El equipo se perfilaba como uno de los más fuertes del torneo local, demostrando que la nueva administración estaba en el camino correcto.

El esfuerzo culminó en una final emocionante contra Unión Española en el Torneo de Apertura 2009. En un reñido encuentro disputado en el Estadio Santa Laura, la “U” se impuso por 1-0 gracias a un gol de “palomita” del delantero uruguayo Juan Manuel Olivera. Con este resultado, la Universidad de Chile se consagró campeona, logrando su título número 13 en la historia del fútbol chileno y poniendo fin a una larga sequía de triunfos.

Este campeonato no solo significó un trofeo más para las vitrinas del club, sino también el inicio de una nueva etapa. Con el título en sus manos, la Universidad de Chile se ganó el derecho a participar en la Copa Libertadores 2010, un torneo que sería el preludio de nuevos éxitos para el equipo. El renacer de la “U” estaba en marcha, dejando atrás uno de los periodos más difíciles de su historia.

Daniel Bocorovisck

Periodista. Fanático de La U.

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